Como ya se venía diciendo desde hace tiempo, el Gobierno del Partido Popular ha dado un giro de 360º al modelo de televisión pública creado en 2006 por Jose Luís Rodríguez Zapatero. Ante la falta de acuerdo entre PP y PSOE para la renovación del Consejo de Administración de RTVE y la elección de si presidente, el Ejecutivo ha decidido cambiar la ley. Los nombramientos los hará el Parlamento, pero sin la necesidad de una mayoría de dos tercios. A partir de ahora, bastará con la mayoría absoluta del Partido Popular en el Congreso.
Desde julio de 2011 el ente público no tiene presidente, todo ello tras las dimisión de Alberto Oliart. Desde entonces, RTVE está siendo gestionada por un Consejo de Administración donde los miembros de este organismo obtienen la presidencia de manera rotatoria y por meses.
Por si fuera poco, la cadena pública ha perdido a dos de sus consejeros por dimisión personal: Héctor Maravall (CC OO) y Jesús Andreu (PP). También se ha producido una reducción de tres miembros del Consejo de Administración. Estos consejeros ya no podrán tener dedicación única como hasta ahora, eliminando así sus sueldos (110.000 euros al año) y cobrando únicamente las dietas correspondientes por asistir a las reuniones.
Soraya Sáenz de Santamaría (vicepresidenta del Gobierno), defiende este cambio normativo basándose en que RTVE tiene graves problemas de gestión, y que además, la falta de acuerdo ha provocado la aceleración de dicha medida.
Todos estos cambios vienen desde hace tiempo, ya que se han producido varios ataques del PP hacia la cadena pública y muy en especial a sus informativos, ya que cuestionaban su neutralidad y autonomía.
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