Muchas de las veces que percibimos cualquier tipo de publicidad dentro de alguna serie televisiva (o película) creemos que por el simple hecho de que quiera pasar desapercibida tendrá que ser por ello publicidad subliminal, nos equivocamos. ¿Cuántas veces nos ha pasado estar viendo una serie y sin quererlo fijarte en la marca del producto que está utilizando ese protagonista? Millones, y así nos la han colado a lo largo de la historia. Unas veces con más descaro que otras, por supuesto.
Hemos visto en millones de series y películas aparecer de una forma sutil (y no tan sutil) diferentes marcas, diferentes productos. Hemos visto cómo los protagonistas nos enseñaban descaradamente (porque lo siento, pero el sentido del disimulo aún no lo tienen del todo definido) diferentes marcas de móviles, de comida, de ropa y un largo etcétera.
En diferentes series de Telecinco podemos ver este tipo de publicidad no convencional llamada product placement, en este caso hablaré de Aída, la exitosa serie española en el prime time de los domingos. Quizás la tienda de Esperanza Sur sirve para poder integrar ahí diferentes productos, de una forma que al espectador no le haga tanto daño a la vista como en otras ocasiones.
De una forma más descarada nos encontramos con otro tipo de producto, anunciando una compañía de telefonía móvil en plena calle de Esperanza Sur, entre el famoso Bar Reynolds y la tienda de Chema. Mientras los personajes caminan de un lado a otro nuestra mirada se centra en el fondo fijo de la pantalla.
Claro que hay diferentes maneras de insertar un producto en una serie de televisión o en una película, pero creo que el espectador se fijaría igual sin tener que hacer, por ejemplo, un sospechoso zoom a un pendrive de Movistar (o de cualquier otra marca). Dejando a parte la sutileza que puedan o no puedan llegar a tener, creo que una de las cosas más importantes sería crear una estética mucho más limpia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario